La desigual forma de alimentarse en Chile

By 27 abril, 2014Alimentación

Columna de opinión de Nataly Stephanie Gutiérrez Herrera. Nutricionista, ASOF C.G.

La última encuesta de salud (MINSAL, 2010) refleja que en Chile la forma de alimentarse es tan desigual como el acceso a la salud, a la educación y a otros bienes y derechos sociales básicos; así por ejemplo los sectores de mayores ingresos poseen un mayor consumo de pescados y mariscos cercano a los 6,8 kg. per cápita versus los sectores más pobres, apenas bordean los 4 kg. per cápita; en este ámbito se debe destacar que la adquisición de estos productos en ambos segmentos es radicalmente opuesta y se refleja en que cerca del 80 % de los consumidores acomodados se abastecen en los hipermercados, mientras que en los sectores más vulnerables, la forma de adquirir sus productos es más diversa, algunos compran productos frescos en ferias libres, otros deben adquirirlos de forma enlatada -sin contemplar los perjudiciales y elevados niveles de sodio que poseen- y otros se ven obligados a adquirirlos en el comercio informal, los que a muy bajo costo pueden adquirir cantidades familiares de atún o jurel provenientes de casinos; es decir que “se desviste un santo para vestir a otro”.

Estudios revelan que 4 de cada 5 familias chilenas, viven con un sueldo bajo –no alcanzan a cubrir las necesidades elementales-, esto conlleva a un presupuesto alimentario reducido, por consiguiente se aumenta el consumo de alimentos de bajo costo y abundantes en carbohidratos, grasas saturadas, colesterol y sodio -pan, arroz, fideos, papas, vienesas, hamburguesas, paté, etc.- incidiendo directamente en el aumento sostenido de las tasas de obesidad y sobrepeso, que alcanzan un 70 % entre ambas, y enfermedades crónicas no transmisibles, tales como hipertensión, diabetes, dislipidemias, etc.

En las últimas décadas, en nuestro país, se ha duplicado el consumo total de carnes de vacuno, cerdo, ave y algunas procesadas, en el año 1990 se consumían aproximadamente 39 kg, en el 2006, 79 kg y se estima que en la actualidad el consumo promedio es de 88 kg de los cuales un 45 % corresponde a la carne de pollo, respaldado en el costo, la disponibilidad y el rendimiento, esto ocurre, en total y absoluto desmedro del consumo de productos del mar -pescados, mariscos y algas-; un ejemplo es que el 20 % del peso total los ejemplares: jurel, anchoas y sardinas, contiene sólo proteínas y ácidos grasos saludables (omega 3) los cuales contribuyen a nuestro organismo reduciendo el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos, aumentando el colesterol bueno (HDL), manteniendo la presión arterial en rangos normales y aumentando la elasticidad de las arterias; industrialmente su valor bordea los $300/kg y se destina en un 85 % a la producción de harina de pescado para la alimentación animal, entonces, ¿será correcta la preferencia de alimentar con estos productos a pollos y cerdos por sobre la alimentación saludable y nutritiva para el ser humano?; el resultado es simple, los pocos recursos marinos que quedan disponibles para los chilenos se tienen que comercializar a mayor valor a causa de las intermediaciones que privan a nuestros compatriotas -sobre todo los de menores recursos- de consumir productos sanos, que en otras latitudes son altamente considerados por su valor nutritivo, y a la ley de oferta y demanda que en el caso de las personas más carenciadas -al igual como en otras industrias- no es más que una falacia, debido a que los sectores más desposeídos definitivamente en materia alimenticia no tienen opción de elegir y deben consumir lo que el mercado y su ubicación en la escala social les permite.

Cuando hoy en el país se habla tanto de desigualdad y las tragedias nos muestran el otro Chile -el que no se quiere ver- bueno sería que, junto a todos los cambios propuestos, se legisle en generar equidad en la forma de alimentarse y no dejarlo al arbitrio del mercado. Si algo nos ha enseñado las últimas tragedias -terremotos e incendios- es que los pobres de Chile no pueden elegir, tampoco lo que comen.

Fuente: ENS 2010/MINSAL; ¡Comamos Pescado!/INTA; SUBPESCA; ASOF C.G.