Hasta el día se confabuló con los feriantes, quienes sorteando las bajas temperaturas comenzaron la faena del Charquicanazo al alba para recién culminar a eso de las 17 horas de este 23 de abril.
En un incesante ir y venir de vecinos y vecinas que hacían fila para obtener su porción de charquicán se convirtió la Avenida Arrieta, casi al llegar a Tobalaba, este lunes 23 de abril, cuando los feriantes de Peñalolén decidieron realizar el Tercer Festival del Charquicán, repartiendo nada menos que más de 4.500 porciones de este exquisito plato tradicional chileno.
Lo que buscaban: promover una alimentación saludable y sobretodo agradecer la fidelidad de las caseras y caseros que acuden a esta feria que tiene más de 50 años de vida. El Presidente del Sindicato de Trabajadores Independientes de las ferias libres de Peñalolén, Arturo Gaona, con un gran cucharón en la mano partió a las 5 y media de la mañana organizando este evento, en el cual según comenta participaron directamente unos 120 comerciantes de feria libre en la cocina, entrega de platos, organización, logística, compra de los alimentos, coordinación con el Municipio y los distintos estamentos que hicieron posible concretar este gran almuerzo comunitario.
“Queremos transmitir que las ferias libres servimos a la comunidad”, destacó Gaona. Y como no si comprobaron que con menos de $600 una persona puede cocinar un plato de charquicán, comprando desde las ferias libres. “Cuando se habla de las alzas, acá cualquier cliente puede comprobar que seguimos siendo convenientes y contribuyendo a una alimentación que le hace bien al organismo”, agregó Arturo Gaona.
Para la concreción de este importante evento, que ya lleva el tercer año, los feriantes debieron recurrir a diversas ayudas como el Municipio, que les brindó el importante apoyo en la compra de insumos como la carne para el Charquicán, escenario, amplificación y organización. Mientras que la Central de Abastecimiento de Lo Valledor también quiso estar presente, haciendo entrega de $500.000 en alimentos. La receta completa de este Gran Charquicán tuvo un costo de $1.500.000, sin contar los jugos naturales. El resto fue financiado por cada uno de los más de 200 feriantes que componen esta feria Arrieta.
Agradecer con todo a la comunidad que nos prefiere
“Ciento por ciento amor, esfuerzo y compañerismo”, sostenían los feriantes en su publicidad en este Tercer Festival del Charquicán. Es por ello, que desde la madrugada comenzaron a llegar instalando toldos, sillas y la gran mesa de unas 3 cuadras de extensión que albergó a la clientela, vecinos, vecinas, familias completas que no pararon de transitar por Arrieta a partir de las 13 horas.
El primer plato de charquicán lo recibió Luisa Bustos, una abuelita de 92 años, quien acompañada por su hijo, Oscar, estaba dichosa comiendo su colación. “Me gustó mucho la idea”, dijo mientras cuchareaba concentrada su plato.
Luisa Bustos, de 92 años, recibió el primer plato de este Charquicán Gigante
José Manquez y su madre, Ernestina Pinto, también estaban felices con la actividad. “Esto es muy positivo reunir a la gente, los vecinos en la feria, donde siempre venimos y qué mejor nos dan nuestro almuerzo”.
Carolina Leytao, Jefe de Comunidad y Familia de Peñaolén, sostuvo que actividades como éstas demuestran el “importante aporte de las ferias libres a la comunidad, centros de abastecimiento de productos sanos y baratos, es por ello que como Municipio entregamos todo nuestro apoyo desde que se iniciaron estos festivales, ya vamos por el tercero y la meta cada vez es más alta”.
Presente también estuvo Carabineros, que se encargó de resguardar la seguridad. El Sargento Claudio Gutiérrez Fuentes, de la 43ª Comisaría de Peñalolén, no había asistido a charquicanadas anteriores, sintiéndose muy satisfecho con el orden y la higiene observada en su recorrido.
Sargento Claudio Gutiérrez Fuentes de la 43 Comisaría de Peñalolén, junto a los carabineros Luis Segura y Sergio Fariña, la Jefa de Comunidad y Familia de Peñalolén, Carolina Leytao, y el Presidente de Sindicato Ferias Libres en Peñalolén, Arturo Gaona.
Ernestina Pinto y José Manquez, madre e hijo y vecinos de Peñalolén
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Los cocineros
Zapalleros, cebolleros, paperos, entre otros especialistas, fueron parte del equipo que estuvo a cargo del Jefe de Cocina de esta versión del Festival del Charquicán 2012, Omar Pavez, también tesorero del Sindicato de Peñalolén. “Estamos cocinando 20 fondos de charquicán, separados por tipos, de cochayuyo, carne y verduras. Todos tienen cocción distinta e ingredientes. Todo esto conlleva un trabajo de semanas, ya que se comienza con la cebolla en escabeche que se guarda unas tres semanas antes del evento”.
Se estima una concurrencia que puede haber llegado a unas 5.000 personas que transitaron entre Diego Silva con Tobalaba, entre comensales, periodistas, transeúntes y simples observadores de lo que ocurría. Arrieta se transformó en una Plaza Pública, ya que junto al almuerzo, se instalaron puestos de consultorios locales, de la Corporación de Asistencia Judicial, de la Unidad de Protección Social de la Asociación de Ferias Libres (ASOF), de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y del Programa de Gobierno Elige Vivir Sano, estos últimos entregaron información sobre alimentos sanos e higiene en la manipulación de alimentos.
El medio de comunicación oficial que estuvo cubriendo, como de costumbre, todo el evento fue el diario La Cuarta mediante su suplemento Mundo Feriante.
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