Vicepresidente Nacional, Froilán Flores: “Con la Asof creamos un proceso de desarrollo para las ferias libres”

By 4 noviembre, 2016Pymes

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Su llegada a la feria libre se entremezcla con la historia política del país. Trabajaba en la fábrica textil  Sumar Nylon como obrero, cuando en el año 1973 fue perseguido políticamente. Entonces, quedó sin trabajo y como debía “parar la olla” llegó a la feria de su comuna, Conchalí. “Soy agradecido de la feria libre, ella me dio lo que tengo”.

Froilán Flores (65 años, casado, dos hijos) es Vicepresidente Nacional de Asof, y recuerda muy bien el por qué nace la organización, cuando ya a fines de los 90 los supermercados y el retail crecían a pasos agigantados y nadie apostaba por las ferias libres. “La ASOF nació  en un momento de crisis de la economía nacional, cuando todo el mundo decía que las ferias libres eran un  mercado antiguo, que tendía a desaparecer. Sin embargo, nosotros fuimos capaces de contrarrestar eso, nos organizamos y propusimos un proceso de desarrollo, en el cual aún nos encontramos”.

El origen de la Confederación Gremial Nacional de Organizaciones de Ferias Libres (ASOF C.G) se remonta a enero de 1998, cuando la Federación de Sindicatos de las Ferias Libres de la comuna de La Florida, en la Región Metropolitana, realizó un seminario en el Santuario de Schoenstatt para analizar la situación por la que atravesaban las ferias de la comuna. Ello ante la instalación de los supermercados que empezaban a expandirse más allá de los sectores altos de la capital. Junto a ello, comenzaron a proliferar una serie de declaraciones de autoridades de la época que sostenían que las ferias libres estaban destinadas a desaparecer, inclusive en la prensa aparecían artículos que hablaban de su incierto futuro. Reunidos bajo el lema “la Feria, un lugar de encuentro”, cerca de 100 feriantes de la comuna de La Florida junto al Ministro de Economía de entonces, Álvaro García, el Director del FOSIS de la época, Ricardo Halabí, el diputado Carlos Montes, autoridades del Ministerio de Transportes, municipales, vecinales, del Banco Estado, profesionales de la consultora Consultorías y Proyectos CyP y dirigentes de otras comunas llegaron a importantes acuerdos, entre los que se cuentan el trabajar por la creación de una organización nacional.

“Comprendimos que no debíamos morir y si estábamos ahí era por algo, comenzamos a organizarnos para poder trabajar en mejores condiciones, tener mayor  rentabilidad  y también entregar un mejor servicio, capacitación. Entendimos la importancia de educarnos y capacitarnos, de manejar información nutricional que tienen todos estos productos, como se cocinan. Nos hicimos asesorar por profesionales, uniendo la academia con la práctica, algo que lamentablemente en Chile no existe, la academia está lejos de la práctica”, afirma.

Froilán tiene dos hijos, uno es Profesor y Licenciado en Enseñanza Media y otro es Ingeniero en Computación, y aunque no siguieron la actividad de él, dice que jamás “reniegan de sus raíces, la feria, que les permitió estudiar y crecer”.

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En la feria libre de Conchalí, en lo que más le gusta vender sus productos frescos y saludables.

Ser feriante es un estilo de vida

Froilán lleva más de 40 años trabajando en la feria libre de Conchalí, su rubro es la llamada chacarería. Todo tipo de verduras vende, experto en berros, lechugas, acelgas, rúculas y champignones, ha ido especializándose en productos nuevos y saludables. Advierte, sin embargo, que ser verdulero es sacrificado por el tipo de productos perecibles y los horarios de compra. Su día parte a la una de la mañana, tres o cuatro veces a la semana, comprando en Lo Valledor, donde demora cerca de tres horas. “Antes íbamos a la chacra, antiguamente íbamos a Maipú, a Pajaritos, para el lado de San Ignacio, cerca de la carretera de San Martín, aquí por Huechuraba y nos abastecíamos.  En ese tiempo vendíamos un solo producto, a  lo más dos, hoy en día hay que diversificarse, y podemos ofertar en un solo puesto cerca de 30 productos, para poder competir.  En lo personal, me he ido especializando en  productos exclusivos  como el  champiñones, rúcula,  menta para el mojito, para la guatita, porque el mercado se ha ido diversificando también, entonces hay que estar de acuerdo a esa evolución”.
La rutina continúa en la Vega Central, donde obtiene aquellos productos más específicos, luego llega a la feria a las 7:30 A.M, logra instalarse con su puesto en una hora, y a las 8:30, ya está empezando su venta en la feria.

Reconoce que la actividad del feriante requiere mucha entrega familiar y esfuerzo. Su compañera de toda la vida, Febes Guevara, partió casi a la par con él trabajando en la feria libre. Ella ha sido primordial para poder ejercer su rol como dirigente, ya que el poco tiempo que le queda lo dedica a la Confederación de Ferias Libres (ASOF), como Vicepresidente Nacional, cargo desde donde se ha preocupado en especial del trabajo regional de las ferias libres del país. “Las demandas de las ferias libres son universales, principalmente necesitamos la autogestión, segundo estabilidad de nuestros espacios de trabajo. Hoy dependemos de precarios permisos municipales, que son por un tiempo y no nos entrega ninguna seguridad.  En muchas comunas,  especialmente en la Quinta Región, se han ido creando empresas  las que han comprado espacios y las ferias son sacadas de la calle. Esto pasó en Illapel, hoy día está pasando en  San Fernando, en Los Andes. O sea hemos ido perdiendo  espacio y lugares de venta y, más que eso, la gente ha ido perdiendo donde poderse abastecer más, es tanta la fuerza que tienen las grandes empresas nacionales, que son capaces de cambiar los planos reguladores”, destaca agregando que frente a ello no existe una política pública de fomento real hacia las ferias libres, de protección de estos espacios de vida saludable, mediante un programa integrador, que las ubique en sitios donde no molesten, plazas públicas, bandejones y acorde al diseño urbano.

Acá recorriendo Chile, para el terremoto del año 2010.

Acá recorriendo Chile, para el terremoto del año 2010.

Modelo de negocios de las ferias libres que las hace inquebrantables

Es evidente que pese a las amenazas de que las ferias morían, ello no ha ocurrido en nuestro país, más fuertes que nunca con más de 1.000 ferias a nivel nacional, aunque desde ASOF destacan siguen siendo las mismas, ya que no se han creado nuevas ferias libres desde hace 20 años. Ello demuestra que, pese al crecimiento del retail y los supermercados, ellos no han podido suplir la necesidad de alimentación de las familias, a precios más convenientes. Dicen que de otra forma se habrían contrarrestado los altos índices de obesidad, que afectan a la población, muy por el contrario la gente se alimenta muy mal. Y organismos internacionales como la FAO han dicho, que es el formato de ferias libres el único capaz de hacer frente a ello.

Las bondades de la feria saltan a la vista. “La cercanía, los productos que son frescos, baratos, tienen todas las variedades, todos los precios. Nosotros llegamos al 80% al 90%  de los sectores más humildes de las ciudades  y eso lamentablemente todavía las autoridades no han valorizado”. La feria libre posee un modelo de negocio y gestión único, saliendo muy fortalecida en tiempos de emergencias como los terremotos. Recuerda que en el pasado 27F sólo las ferias libres se mantuvieron en pié para brindar alimentos y otros artículos del hogar a la gente, porque todo los demás- supermercados y almacenes- estaban cerrados o eran saqueados por la población. “En la feria por el contrario se dio un fenómeno de calma y tranquilidad. Fue una experiencia muy aleccionadora, porque demostró que las ferias libres están en condiciones de entregar un servicio en cualquier  circunstancia y en una crisis”.

(Parte de las entrevista Revista 16 ° Aniversario El Feriante)