Se tienen antecedentes de la primera feria libre, como las que conocemos hoy, en el año 1789 cuando el Cabildo de La Serena permitió que en la Plaza de Armas los primeros sábados de cada mes, se vendiese toda clase de legumbres, frescas o secas, aves y carnes- muertas o vivas-, manufacturas de loza, tejidos de lana, cáñamo de algodón y todo cuanto la industria de estos habitantes puedan acopiar para vender.