La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reiteró su preocupación por el alza de la inflación anual de alimentos, que en el caso de Chile, alcanzó un 9,8% entre marzo de 2011 y marzo de 2012.
En Chile, en el tercer mes del año el alza de precios en alimentos alcanzó un 1,3% y a nivel trimestral fue de 1,6%, lo que si bien muestra una leve tendencia a la baja, aún se mantiene en niveles relativamente altos y ubica al país con una de las mayores variaciones anuales en América Latina, sólo superado por Venezuela (31,3%) y Nicaragua (10,9%).
Según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que elabora el INE, a nivel nacional, los productos que tuvieron mayor incidencia (lo que está asociado a su alta ponderación) en la variación general de los precios de los alimentos fueron el pan, la carne de vacuno, las papas y las frutas y verduras de la estación.
Aumenta la pobreza
De acuerdo a los datos de la Encuesta Casen, un 21% de la población regional no supera el límite de la pobreza, lo que equivale a 425 mil personas.
La tendencia de la serie mensual de los índices de remuneraciones nominales (IRN), del índice general de precios (IPC) y del índice de precios de los alimentos (IPA) muestra un aumento sostenido en el precio de los alimentos muy por encima del IPC y con un marcado aumento de la brecha con el IRN a partir del primer trimestre del 2011.
En los últimos 12 meses (marzo de 2011 a marzo 2012), mientras los índices de remuneraciones e IPC crecieron en un 6,6 y 3,8%, respectivamente, el índice de los alimentos aumentó en un 9,8%. Según explica el economista de la Universidad San Sebastián, Renato Segura, este fenómeno es una mala noticia para las familias más vulnerables de la Región (las que se encuentran cerca del límite de la pobreza), toda vez que este segmento de personas destinan cerca del 70% de sus ingresos en el rubro alimentos.
“En términos de cifras, es muy probable que 100 mil habitantes de la Región del Bío Bío traspasen hacia los niveles de pobreza, incrementando la pobreza de la región a un valor en torno al 25%”, manifestó Segura.
Salario mínimo
Con estos datos, la pobreza aumenta y la brecha salarial para salir de ella se expande.
El año 2010 la Comisión Asesora Laboral y de Salario Mínimo estableció que, para satisfacer la canasta básica de un hogar representativo de 4,5 personas, se requiere un ingreso mínimo ético de $316 mil. El salario mínimo en la actualidad alcanza los $182 mil, es decir, un hogar típico que tiene un único integrante empleado que gana el salario mínimo, no puede superar el umbral de la pobreza.
En el caso de Ñuble, del total de las 85 mil familias que tienen 5 integrantes, los dos primeros deciles reciben un ingreso inferior al salario mínimo, lo que equivale a un 15% del total de familias, expuso Segura.
En lo que respecta al ingreso mínimo ético, los 4 primeros deciles de ingreso total de hogares reciben un ingreso total insuficiente para financiar la canasta básica del grupo familiar. En resumen, el 29% de los hogares con 5 personas de Ñuble presentan un estado de alta vulnerabilidad social, sumiendo en la pobreza y la desesperanza a más de 124 mil personas que habitan en la provincia.
Fuente: La Discusión de Chillán
