Buscan vender productos del mar de exportación a precios accesibles en ferias libres

By 1 marzo, 2013Sin categoría

Iniciativa impulsada por ASOF y FAO.

Vender un producto “premium” y a bajo precio es la meta que se han trazado los feriantes de Maipú, a raíz de una negociación directa entre el Sindicato de carros pesqueros de las Ferias Libres de la comuna y los pescadores artesanales de la Cooperativa Coopermontt, la Caleta Anahuac y la Asociación Gremial de Demersales Sur Austral de Puerto Montt. Todo ello en el marco del estudio “Acortando la Cadena de Comercialización entre feriantes, pequeño productor y pescadores artesanales” que forma parte de un Proyecto con la Asociación de Ferias Libres (ASOF), la FAO y ODEPA.

“Del mar a su paladar” es el eslogan que resuena entre los cerca de 30 comerciantes de ferias libres, especializados en la venta de productos del mar, los que desde hace unos meses se encuentran indagando en la posibilidad de comprar directamente a pescadores de la Décima Región. El objetivo es levantar una compra directa, sin intermediarios, incorporando al stock de productos del mar que ofertan, uno de mayor calidad y a un precio accesible, como la apetecida merluza austral.

Pescadores de Puerto Montt y feriantes, junto al equipo asesor de FAO y ASOF.

Yarela Contreras, feriante de Maipú y quien se ha especializado en la venta de pescados y mariscos, comenta que esta idea nace de una “comunicación que tuvimos con los pescadores a través de FAO y la Asociación de Ferias Libres (ASOF), con el fin de incentivar en la comunidad un producto que se conoce poco y que es prácticamente de exportación”.

Feriantes y pescadores coinciden en que el principal beneficio para los clientes será la frescura del producto, ya que no transcurrirán más de 12 horas entre que la merluza es captada en el mar hasta que llega a la mesa del cliente. “La merluza se captará a las 7 de la tarde, entregándola en puerto para embarcarlo, y a las 6 de la mañana del día siguiente ya será vendida en la feria”, detalla Yarela.

Juan García, representante de Coopermontt, entidad que agrupa a 500 pescadores artesanales, destaca que esta iniciativa les permitirá vender sus productos estrellas del sur a precios mejores que permitan mejorar la calidad de vida de los pescadores de la región.

“El 90% de nuestros productos van a parar a España y lo vendemos a empresas exportadoras. Queremos romper esta cadena y vender nosotros de manera directa y a un mejor precio”, destaca Juan García.

El por qué la merluza austral, lo explica Javier Sánchez, asesor pesquero de la Cooperativa Coopermontt, quien precisa que “es de mejor calidad, un producto Premium que hoy sólo está orientado a la exportación. Nuestra idea es ofrecer a clientes de ferias libres la merluza austral de mejor calidad, pero a un mismo precio, para que a los feriantes les convenga y a los caseros y caseras”.

En una primera etapa se pretende implementar un plan piloto con una cantidad reducida de merluza austral, con la intención de aumentar la cobertura a otras ferias libres en la Región Metropolitana y del país, unido a un plan de difusión con apoyo de la Subsecretaría de Pesca en las mismas ferias, que potencie un mayor consumo de productos del mar, los beneficios para la salud y hasta consejos de cómo cocinar este exquisito producto.

Innovar en la venta de productos del mar

Esta idea se une a otras que la Asociación de Ferias Libres (ASOF), con apoyo de entidades públicas y privadas, se encuentra emprendiendo en el rubro de productos del mar, como la posibilidad de renovar los carros de venta de pescados, incorporar valor agregado al producto final en el punto de venta (congelados y semielaborados) y la generación de encadenamientos productivos con pescadores artesanales, como lo que se gestiona en la Región del Maule, con las caletas de Pelluhue y Curanipe y el Mercado CREA de Talca.

Bajo consumo de pescados

Las cifras del bajo consumo de productos del mar en nuestro país es ampliamente conocido, se estima que sólo 7 kilos pér capita es el promedio anual por habitante, bastante bajo comparado con los 22 kilos que comen los peruanos, los 30 de los españoles o los 50 kilos que consumen los japoneses.