Son más de 200 familias afectadas en Coquimbo y 26 en Illapel, según catastro de sus dirigentes.
El terremoto ocurrido en la zona norte de Chile repercutió también a los comerciantes de las ferias libres de la Región de Coquimbo, especialmente a quienes trabajan en Illapel y en la Feria Libre Abasto “La Costanera” de Coquimbo. Para la Confederación de Organizaciones de Ferias Libres, persas y afines (ASOF C.G) es necesaria una política de impulso por parte del Estado dirigida a la pequeña y microempresa en situaciones de catástrofes. “No hemos visto en eventos anteriores un programa hacia este sector, el que ha estado al otro día funcionando, y la ayuda no ha llegado con la celeridad, si es que ha llegado”, señala Froilán Flores, Vicepresidente Nacional de ASOF.
En total, según lo catastrado preliminarmente por el gremio, son 220 familias afectadas en Coquimbo que perdieron mercadería y en donde la infraestructura del mercado fue arrasada por el tsunami, que se llevó los baños, cocinerías y oficinas, señala la Presidenta de “La Costanera” de Coquimbo, Jacqueline Milles, agregando que “la ayuda no nos llega a pymes como nosotros, tenemos que pagar contribuciones y seguir funcionando y no podemos si no recibimos un apoyo focalizado a nuestros trabajos. Acá no sólo se ven afectadas las familias de feriantes, sino toda la cadena de proveedores y servicios asociados”. Dice que la ayuda que se ha entregado está orientada a personas de menos ingresos, a través de la ficha de protección social.
En tanto, en Illapel son 26 familias feriantes, cuyas casas se derrumbaron, por tanto, difícilmente pueden seguir trabajando. Jeanette Olivares, Presidenta del Sindicato de Trabajadores Independientes, confirma que hasta ahora no han recibido apoyo de ningún tipo. “Para la feria no ha llegado nada, todo se está organizando a través de las juntas de vecinos y se nos han planteado soluciones como recursos a dos años más y nosotros requerimos una solución rápida para seguir ofreciendo nuestros productos en la feria”.
La feria de Abastos de Coquimbo igualmente se encuentra funcionando, a medias, señalan sin baños ni cocinerías. En tanto, en Illapel la feria igualmente ha trabajado, aunque 26 de sus comerciantes están con sus casas prácticamente en el suelo.