Hace meses que se vienen preparando, querían destacar el papel de las mujeres de su comuna y del país, justamente en el mes de marzo, cuando se conmemora el día internacional de la mujer. En una iniciativa, en conjunto con la Municipalidad de Quinta Normal y los sindicatos de las ferias libres número 1 y 2, los comerciantes quisieron regalar 2.000 porciones de porotos a las vecinas y vecinos quintanormalinos.
Son las mismas mujeres agasajadas, las caseras de las ferias, de quienes conocen sus historias de vida, porque han pasado muchas generaciones: abuelas, madres y nietas. Es en la feria, el lugar donde se intercambian recetas para cocinar, preparaciones que sean baratas y saludables; que ayuden a pasar el frío del invierno y alimenten nutritivamente a las familias.
Olinda Osorio es una vecina quintanormalina que recuerda el plato que su mamá le cocinaba, también vecina de Quinta Normal. “Eran porotos con cochayuyo y zapallo”, dice. Mismo plato que presentó al concurso de preparaciones novedosas de porotos de Qta. Normal, y que ganó el primer lugar. “Me emocioné mucho porque me recuerda mi familia mi mamá”, sostuvo Olinda con su menú en las manos mostrándolo orgullosa.
Junto a ella, varias mujeres del Club del Adulto Mayor Primavera participaron mostrando algunos menús típicos preparados por ellas y que son parte de su memoria familiar, ya que fueron testigos de cómo sus madres y abuelas los hacían, como los porotos con trigo majado, de la Cuarta Región, o los porotos mineros que combinan cochayuyo y mote, y que en palabras de su autora, la señora María Oñate, son oriundos de Lota, en la región del Bio Bio. “Eran el plato de mi papá, que era minero, es barato, rico y reponedor para una larga y extenuante jornada de trabajo”.
María Castañeda, Presidenta del sindicato de la feria número 1, con cucharón en la mano y revolviéndola, comenta cómo y desde cuándo empezaron a trabajar para esta gran porotada comunitaria. “Hace como dos meses o más, nos coordinamos con la Municipalidad para ver el lugar y todo lo que necesitábamos para cocinar, el gas, las ollas, platos. Luego, nosotros formamos grupos de cocina. Tenemos uno para la cocina y otro para los jugos. Desde el día sábado nos juntamos en la sede de la feria a limpiar los porotos y remojarlos. Ya es la tercera vez que lo hacemos y la primera pagamos el noviciado, como se dice. Ahora tenemos más experiencia. Diría que la clave es la unión de las ferias y hacer esto en conjunto con la municipalidad”.
Cocinaron nada menos que 200 kilos de porotos, 50 de zapallo y 30 de tallarines, entre otros ingredientes.
Todos los alimentos fueron donados por los feriantes y elaborados por ellos mismos. Marco San Martín, Presidente de la feria 2 de Quinta Normal, tenía clarísima la finalidad de esta tercera porotada. “Nosotros somos líderes en alimentación saludable, abastecemos el 70% de la población en productos sanos, es decir somos la posibilidad de enfrentar la obesidad y problemas aledaños que afectan a los chilenos”.
La Alcaldesa de Quinta Normal, Carmen Gloria Fernández, agradeció a todos quienes hicieron posible la actividad y adelantó que la comuna se destacará de aquí en adelante por sus porotadas y ferias de gastronomía típica. “Estoy muy contenta y agradecida de la ASOF, de nuestras ferias libres que han permitido una actividad tan importante, porque hoy vivimos una vida tan agitada y nos hemos olvidado de la alimentación saludable. Vemos cómo prevalece la comida chatarra y cómo han aumentado la diabetes y la obesidad en los niños. Por eso, todo nuestro apoyo a estas actividades y a las ferias quintanormalinas, que son parte de nuestros barrios e idiosincrasia, ¡Si acá tenemos las ferias más antiguas!”.
Sergio Rancusi, dirigente nacional de la Confederación de Ferias Libres (ASOF C.G), recordó cuándo se dieron inicio a estas especies de “operativos de vida sana”, con participación masiva de la comunidad, vecinos, adultos mayores, niños y gente del barrio. “Hace más de 10 años dimos inicio a esta línea de vida sana, en la que cada feria se organiza en conjunto con el municipio, reúne los recursos para levantar festivales de comida típica, destacando un plato en particular, dependiendo del lugar geográfico y la época del año”.
Así, comentó, cómo las ferias en Peñalolén se han hecho conocidas por su charquicán, Cerro Navia por sus legumbres, Puerto Montt por el curanto, Pichilemu por el cochayuyo, y así suma y sigue.
Quinta Normal se viene a sumar a la ruta de la vida saludable y patrimonial, donde en las ferias confluyen la gastronomía, la identidad de una localidad y la vida sana.
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