Indicadores de sustentabilidad están siendo monitoreados en 6 ferias de la R.M y que tienen que ver con temas de comunidad, medioambiente y rentabilidad comercial de la feria.
El proyecto Acuerdo de Producción Limpia (APL) Feria Libre Sustentable nace por la necesidad de que las ferias libres se perfeccionen como sitios esenciales en el intercambio comercial, de alimentos y otros artículos prioritarios para las familias, en un marco de respeto a la comunidad vecina, el medioambiente y la comunidad. Es así que, el 3 de septiembre de 2014, se firmó el Acuerdo de Producción Limpia (APL), en la feria libre Los Molineros de Peñalolén, con la participación del Consejo Nacional de Producción Limpia (CPL), la Confederación de Ferias Libres (ASOF C.G), las municipalidades de Macul y Peñalolén, Sercotec Metropolitano, Corfo, los Seremis de Salud y la Subsecretaría de Medioambiente.
Entre los objetivos del acuerdo, estaba la necesidad de levantar indicadores de sustentabilidad para medir ciertos parámetros esenciales, que posibiliten considerar una feria como “sustentable” y que tienen relación con su responsabilidad con lo medioambiental, la comunidad y que la feria se desarrolle económicamente, a partir de su servicio principal de alimentación sana de la población y de resolver otras necesidades básicas de ella.
El Presidente de la ONG Espacio y Fomento (organismo ejecutor del proyecto APL Feria Libre Sustentable), Juan Carlos Arriagada, comenta sobre la definición y el seguimiento de los indicadores, lo cual se realiza por la vía de “delegados de ferias”, como agentes difusores de una feria libre sustentable, que son comerciantes y que actúan de conjunto con los dirigentes de las mismas ferias libres.
Los indicadores de sustentabilidad ya fueron levantados y aprobados por un Consejo Consultivo, y hoy el proyecto se encuentra en la etapa de instrucción de los delegados para la medición de éstos, obteniendo la información desde 6 ferias libres de la R.M: tres de la comuna de Peñalolén, Arrieta, Ictinos y Molineros, y tres en la de Macul, Juan Pinto Durán, Nuestra Señora del Carmen de Quilín y Ramón Cruz.
Con ello, se espera que de aquí a fines de año, las ferias que estén cumpliendo estos parámetros, lo cual será auditado por una consultora externa, serán certificadas como “ferias sustentables” por el Consejo Nacional de Producción Limpia (CPL). En entrevista con www.asof.cl, Juan Carlos Arriagada nos comenta acerca de los principales alcances de la iniciativa, cómo nace y cómo pretende extenderse a otras regiones del país.
¿Cómo nace la idea de un acuerdo de producción limpia para las ferias libres?
Esto tiene como base el diagnóstico que se hizo de las ferias libres, el año 2013- 2014 (Estudio económico, social medioambiental “Ferias Libres Sustentables”), realizado por la ONG Espacio y Fomento, a solicitud de ASOF y del Consejo de Producción Limpia (CPL), en el cual lo más golpeador es que hay 70.000 toneladas de residuos orgánicos en la R.M, que se emiten vía ferias libres, que simplemente van en un 99% a vertederos. De otra parte, para la feria libre, el punto más deficitario con su comunidad y vecinos, es el negativo impacto del desecho.
Acá se integra el concepto de feria libre sustentable, ¿de qué se trata?
Involucra tres áreas. La primera es la comunitaria, que la feria debe mejorar su relación con ella y en este plano se busca una relación feria libre- municipio- comunidad, que se expresa en el desarrollo de mesas barriales (como en Peñalolén y Macul), donde participan los tres actores y hay una agenda y se va avanzando en ella. Desde el punto de vista del proyecto, ello será medido como indicador. Por ejemplo, la conformación de mesas de trabajo, agendas, la recepción de sugerencias o reclamos de la comunidad y soluciones.
Lo segundo importante es lo medioambiental, ya que se trata de hacer una feria más amigable desde lo medioambiental para la comunidad. Los indicadores centrales serían temas de ruidos, malos olores, desechos y su mayor ordenamiento.
Y lo tercero es el tema económico, que a la feria le debe ir económicamente mejor. Vamos a medir volúmenes de venta de la feria, considerando tres verduras- lechuga, zanahoria y tomate- y tres frutas- manzana, naranja y plátano-. Ahí veremos cómo es la venta en esta etapa, si logramos mejorar y cómo es la tendencia.
Es importante señalar que es un concepto de sustentabilidad distinto, que contempla las tres aristas.
¿Cómo se extrae la información para elaborar los indicadores?
El diseño, la definición de los indicadores y la proyección se hace desde la feria a través de delegados, que ya están nombrados en cada una de estas ferias. Son mínimo dos delegados por feria. Cada uno tiene un rol y es un agente difusor de la necesidad de una feria libre sustentable. El concepto es que la feria logre mantenerse en el tiempo. Y para eso debe enfrentar estas tres grandes áreas (comunidad, medioambiente y economía).
¿Qué entidad aprueba los indicadores?
Existe un Consejo Consultivo del APL, encabezado por el Consejo de Producción Limpia, representantes de los Seremi de Medioambiente, Salud, Sercotec, municipios de Peñalolén y Macul, la ASOF y la ONG Espacio y Fomento. Este Consejo Consultivo aprueba, tanto los indicadores como las iniciativas de difusión. Los indicadores ya están aprobados en este Consejo y estamos en la etapa de formación de los delegados y su medición posterior.
Con eso cerramos la segunda etapa del proyecto e iniciamos la tercera, en la cual se realizará una auditoría que va a validar la existencia de estos indicadores y que la feria esté cumpliendo estos compromisos. Por tanto, esas ferias van a ser certificadas como ferias sustentables, que es una forma de mostrar el compromiso con el desarrollo del sector.
Es importante señalar que estos acuerdos APL son voluntarios, pero indican un compromiso por parte de la ASOF, del gremio y de este sector, de implementar este acuerdo.
¿Estas ferias entonces tendrán una certificación especial?
Sí como ferias y será entregada por el CPL.
¿Nunca antes se había monitoreado- con indicadores de sustentabilidad- a las ferias?
Este es un proyecto piloto, en relación a que no había un Acuerdo de Producción Limpia (APL) feria libre. Surge por interés de ASOF y como fruto también del Observatorio Feria Libre (Proyecto con FAO), desde allí nació y se aceptó como idea. El objetivo es hacer APLs en otras regiones y ferias del país.
¿Cómo se ve la disponibilidad de los feriantes de querer certificarse?
Hay interés y eso aumenta cuando el municipio tiene políticas al respecto. En Peñalolén, por ejemplo, existe dentro de la ordenanza que el desecho debe quedar ordenado y forma parte de su política; así se avanza más rápido y el feriante entiende que es una norma que deben cumplir y no es sólo voluntaria. En Macul, es muy positivo que sean los feriantes quienes dirigen las ferias.
En general, un buen feriante entiende que con la construcción de indicadores y su medición, su servicio mejora, pero es un proceso.
¿Cómo sabrá el consumidor que la feria está certificada?
Cuando se certifiquen habrá una marca o simbología que vamos a incorporar en el espacio de la feria. Además, se instalarán pasacalles informativos y papelería para los vecinos y feriantes.
¿Con cuántas ferias se está trabajando en esta etapa?
Con 6 ferias: tres en Peñalolén (Molineros, Ictinos y Arrieta) y tres en Macul (Juan Pinto Durán, Nuestra Señora del Carmen, de Quilín y la feria Ramón Cruz). Estas dos comunas están muy empoderadas en la concepción de desarrollo que impulsa ASOF y por eso se eligieron.
Temas que más preocupan a la comunidad: el espacio y los desechos
¿Cuál ha sido la respuesta de la comunidad frente a la necesidad de contar con estos indicadores de sustentabilidad?
La respuesta, en el diagnóstico previo, muestra que en particular el tema de los desechos es algo preocupante. En las mesas barriales, además hemos visto que el tema de los espacios también preocupa. Todo lo que pasa alrededor de la feria, es un tema mayor. He participado en la mesa de Ictinos, una feria que trabaja un día sábado, pero es imposible el tránsito porque está todo ocupado. Hay problemas para el funcionamiento de la Iglesia, los velorios, etc. Es un tema que va más allá de lo que la feria puede hacer, ya que es la dimensión que ha tomado el comercio ambulante ligado a las ferias. Entonces, construir indicadores, al menos ordena y prioriza temas. Lo importante es que hemos visto que existe voluntad de la feria de llegar a un acuerdo con los vecinos y avanzar en la solución.
Específicamente para los indicadores medioambientales, caso de los desechos, ruidos y malos olores, ¿qué han evaluado como soluciones para las ferias libres?
Lo que queremos es avanzar en el ordenamiento del residuo y que éste quede ordenado, porque facilita el servicio del retiro. Lo que hemos visto es que para las empresas de aseo, si se entrega el desecho ordenado, la labor es mucho más rápida y ello impacta positivamente en la comunidad. Ahora, en forma paralela, una empresa externa hizo un estudio tendiente a ver cuáles eran las alternativas de modelo de negocio para el tratamiento del desecho orgánico en la feria. Este trabajo evaluó 4 o 5 alternativas, determinando como prioritario la solución de compostaje contenerizado , utilizando containers, pero no es de rápida aplicación, porque se requieren inversiones y recursos mayores.
En el caso de los ruidos, corresponde a fenómenos puntuales de feriantes que llegan temprano y colocan la radio muy fuerte. El ruido se soluciona sobre la base de cambiar procedimientos de ciertos comerciantes. Y los olores están vinculados a evitar que de los carros de venta de pescados y mariscos, escurran líquidos al suelo.
Y desde los indicadores económicos ¿qué se puede destacar?
Ya fue mencionado el seguimiento que se hará de volúmenes de venta de frutas y verduras, con base en una muestra feria a conformar. Junto a ello, se dará seguimiento a los estacionamientos para los clientes, baños para público y feriante y guardias que eleven seguridad. Porque una feria con estos servicios incorporados, naturalmente atrae más clientes.