Por: Froilán Flores Echeverría
Presidente Nacional Confederación de Ferias Libres (ASOF C.G)
El cómo pensamos las ferias del futuro es algo que desde que nace nuestra Confederación de Ferias Libres lo hemos planteado en nuestras asambleas y reuniones; muchas veces tildados de locos, pero hoy vemos con orgullo cómo algunas de nuestras propuestas están siendo implementadas.
Las ferias del futuro deben ser integradas mediante una política pública clara y definida, como parte esenciales del desarrollo de las ciudades, porque proveen de alimentos sanos y frescos a una población sobre un 70% obesa y con sobrepeso, con los más de U$ 1.600 millones que ello genera a nivel de gastos en salud.
Las ferias del futuro deben ser capaces de tener una visión de desarrollo sostenible, es decir preocuparse de las mismas condiciones laborales de los feriantes, de la comunidad donde están insertas, del impacto de sus residuos, de ver de qué manera potenciar una economía circular y darle uso posterior a material orgánico que queda después de la feria, transformándolos en energía o abono natural.
Desde los negocios, qué duda cabe que el comercio electrónico llegó para quedarse, por tanto debemos ser capaces de implementar un sistema de gestión y desarrollo de ferias a domicilio, a través de plataformas electrónicas que lo posibliten (aplicaciones de celulares, paginas web, etc) e implementando un modelo de gestión para ello.
Recientemente, el Estado, a través de Sercotec, dio a conocer su programa de apoyo a ferias de bolsillo, es decir un formato más pequeño de ferias, que se ubican en sitios estratégicos como salida de las estaciones de metro, y que además tienen un horario vespertino, para los trabajadores que por tiempo no pueden comprar sus alimentos en las mañanas. Nos enorgullecemos que hoy el Estado apoye una idea que nace desde el gremio, hace 10 años con la primera feria vespertina, en las estación del Metro Escuela Militar (Subcentro). Todo ello debe ir acompañado de una ley para el sector (política pública), ya que sin ese marco regulatorio y un reconocimiento jurídico, todo lo demás deja de tener importancia.
(Artículo publicado en El Comerciante del diario La Cuarta. 29/07/2019 acerca del Comercio del Futuro)