Fueron 14 las mujeres, quienes decidieron estas vacaciones pasarla en Cuba. Las razones: conocer un país de hermosos parajes y relajarse, pero también para intercambiar experiencias en el ámbito de la venta de productos agrícolas y la atención en los servicios de salud, por ejemplo. Gracias al esfuerzo de todo un año y la organización lograron reunir los recursos para darse el viaje de sus sueños.
Durante 15 días recorrieron casi la isla completa, desde Ciudad de La Habana hasta Trinidad, paseando por sus distintas playas. La idea nació desde el departamento de la mujer de la Confederación de Ferias Libres (ASOF), organizando a un grupo de mujeres instándolas a que reunieran los recursos de distintas formas. El viaje por persona tuvo un costo de $1.600.000, lo cual incluyó alojamiento y alimentación.
“Cada peso lo juntaron durante un año con su trabajo, haciendo distintas actividades como rifas, completadas, porque el objeto era que ellas comprendieran que con organización y una buena gestión podían tener un viaje soñado y ser atendidas como reinas”, señala Mirta Araya encargada del departamento de la mujer de ASOF C.G, quien además viajó con ellas.
Junto al merecido descanso de las mujeres, el viaje tuvo como misión que ellas conocieran el sistema de salud que la isla ha desarrollado para evaluar si algunas de las feriantes pudieran atenderse allá. En el ámbito comercial, destacan que pudieron aprender del cooperativismo, como forma de organización para los pequeños emprendimientos.
Respecto a las ferias libres en Cuba, Araya agrega que “allá no existen las ferias como las conocemos en Chile, sino pequeños agricultores que venden sus productos directo a la población y funcionan en una localidad a través de juntas de vecinos. Todo lo tienen organizado así”.