María Castillo arriesga hasta 15 días de reclusión nocturna, porque debe cancelar un parte de 4 UTM y afirma no tiene recursos para pagarla, careciendo de fuente de ingresos, ya que le caducaron la patente hace tres meses por causas que ella apeló ante la Corte de Apelaciones de San Miguel y las considera injustificadas.
María Castillo, jefa de hogar 60 años comerciante de productos marinos, y quien ha trabajado por más de 40 años en la comuna de Padre Hurtado y dirigenta activa, ha debido enfrentar el no tener ingresos desde hace más 3 meses, debido a que le caducaron su patente desde el Municipio, aduciendo que por Ordenanza Municipal ningún feriante puede tener patente comercial en 2 comunas distintas de la R.M, basándose en el supuesto principio de que sólo las personas que tienen un estado económico deficitario, pueden trabajar en ferias libres; además porque se le cursaron entonces dos infracciones graves en un mismo año.
A Castillo nunca se le permitió ser escuchada por el Municipio. Le informaron de ello el día 6 de febrero de este año. Desde entonces, ha vivido un calvario. Ella insiste en que es producto de una persecución personal a su persona, por ser dirigente conocida y luchadora por los derechos de sus colegas, desde siempre.
Castillo, agrega, que en el tiempo de trabajo en la comuna, jamás le impidieron renovar su permiso, a pesar de que ha mantenido desde la creación de la comuna de Padre Hurtado, una patente comercial para trabajar en la feria libre de Peñaflor, la que no utiliza.
Por ello, presentó un Recurso de Protección ante la Corte de Apelaciones de San Miguel el día 5 de marzo, a efecto de revertir la decisión alcaldicia de revocar su patente comercial. Asesorada por el abogado Roy Corválán, este recurso aduce que en este caso existen al menos tres garantías constitucionales vulneradas: Igualdad ante la ley, Sujeción al debido proceso y a no ser juzgado por comisiones especiales, y al Derecho de Propiedad.
Nuevamente perseguida. Castillo arriesga presidio nocturno
En su desesperación y falta de ingresos, María decidió buscar alguna salida temporal solicitando un permiso provisorio para poder trabajar como comerciante de productos del mar durante los días de Semana Santa, en calle Brasilia con Tinguiririca. Cuenta que el día 31 de marzo, acudió el Seremi de Salud de Talagante, junto a inspectores municipales y le decomisaron dos kilos de machas y dos bolsas de piures por encontrarse en mal estado y vencidas, iniciando un sumario sanitario. Ello, a pesar de que Castillo les informó que las adquirió en el Terminal Pesquero con todos sus sellos y certificaciones al día. Insiste que ello no es más que la continuación de la persecución.
Y, por si fuera poco, a ello se le une la cursación de un nuevo parte por parte del Municipio, por 4 UTM, por goteo de aguas grises, a fecha 31 de marzo a las 13: 30 hrs. Para Castillo, ello es falso, ya que tiene fotografías que acreditan que a esa hora nada de ello ocurrió.
Ha recibido el respaldo de la Confederación de Ferias Libres (Asof) y sus colegas en este tiempo, ya que ella ejemplifica cómo los feriantes y sus precarios permisos los hace quedar al arbitrio de nadie, si un alcalde quiere sacar una feria completa de lugar.
Castillo dice que no tiene ni siquiera recursos para pagar ese parte. “Si no me dejan trabajar, esto es un círculo vicioso, ¿De dónde voy a sacar el dinero? Estoy evaluando qué puedo hacer, pero estoy dispuesta a cumplir los 15 días de reclusión nocturna si así la situación lo amerita”, declara.