Una actividad, que forma parte de nuestra historia y cultura nacional, que comercializa el 70% de la producción de la pequeña agricultura y un 50% de la pesca artesanal, que nos permite alimentarnos sanamente y sociabilizar en un espacio comunitario y familiar, se encontraba en plena crisis a fines de los 90’ frente al acelerado crecimiento de los supermercados. Y, aunque se decía, que iban a morir, ellas resistieron y se organizaron. Los feriantes se capacitaron y comprendieron la importancia de asociarse para defender sus derechos y para perfeccionarse como comerciantes. Quisieron ir más allá y levantar una ley que sustentara su existencia, para no estar al arbitrio de permisos precarios que dependan del criterio del Alcalde de turno, entre otras demandas. Sin embargo, fueron adelantados para sus tiempos, por allá por el año 2003, desarrollando un proyecto de ley de ferias libres que no logró ser entendido por todas las organizaciones de feriantes. Hoy, el Presidente Nacional de la Confederación de Ferias Libres (ASOF C.G), Héctor Tejada, se refiere a cómo se gestó ese proyecto de ley que hoy se vuelve a plantear, específicamente en un anteproyecto ad portas a pasar al Congreso y que fue construido con la participación de ministerios municipios, feriantes, profesionales, especialistas, entre otros actores. Su origen tiene que ver con la historia de la ASOF C.G. que desde sus primeros momentos abogó por la necesidad de una norma que eliminara la precariedad de la actividad, que enfatizara en la feria como un colectivo, que asegurara recursos para modernizarlas y capacitar a los feriantes y que, lo más importante, las integrara como parte de las políticas públicas del Estado teniendo presente que hasta la dictadura las ferias libres tenían una Ley.
¿CÓMO NACE EL PROYECTO DE LEY DE FERIAS LIBRES?
En Enero de 1998, en el santuario de Shoenstatt, los feriantes de La Florida, mi comuna, realizamos un seminario para analizar la situación de nuestras ferias libres. Allí vimos que el problema de las ferias era nacional y definimos tres líneas de acción: trabajar por una organización a nivel país, recuperar la ley que habíamos tenido y la modernización del sector. Lo importante es que desde un principio teníamos claro para dónde íbamos y qué teníamos que hacer. Esto ocurrió en plena crisis asiática y nos propusimos salir de ella siendo más competitivos y eficientes. Dijimos que teníamos que vencer la crisis ganándonos el mercado e iniciamos un proceso de capacitación que resultó ser muy lento. Pensamos que no íbamos a demorar demasiado. Cuando hicimos esto, la feria venía en una declinación muy seria. Se decía que íbamos a desaparecer y esta idea estaba instalada en los municipios, en el Estado y en no pocas partes de la población. Por eso no se desarrollaban y no se creaban nuevas ferias. El 2003 pensamos en una ley para afirmar este proceso y conversamos con varios diputados durante el gobierno del Presidente Lagos, entre ellos el hoy senador Carlos Montes y Pablo Longueira, y se hizo un primer proyecto. Lamentablemente los feriantes no entendieron de qué se trataba y creyeron que, como hablábamos de concesión, iban a venir los supermercados y las iban a licitar. Pensaron que era una idea nacida fuera de la Feria y la organización era nueva también. O sea fue muy audaz en ese instante plantear una ley, pero lo hicimos porque entendíamos que el tiempo jugaba en contra nuestra. Y como se armó tanta bulla entre los feriantes que se opusieron, prácticamente el proyecto durmió. Sin embargo nosotros nunca – como gremio – dejamos de hablar de la ley. Sabíamos que era cosa de tiempo. Todavía no lográbamos una comprensión entre los feriantes para poder impulsarla, algo que hoy día existe. Incluso la Presidenta Bachelet- durante su primer periodo- nos mandó más de una vez el mensaje respecto a si la activábamos, pero aún no teníamos el apoyo que necesitábamos de los feriantes. También se hizo un trabajo durante el gobierno de Sebastián Piñera por iniciativa de ex ministro de economía Pablo Longueira que no fructificó. Pero hoy las condiciones de apoyo de los feriantes avanzaron lo suficiente como para impulsar un proyecto de ley y en eso estamos trabajando con el actual gobierno.
¿EN QUÉ ETAPA SE ENCUENTRA LA LEY HOY Y QUIÉNES HAN PARTICIPADO DE ESTE PROCESO?
Lo que hoy se construye es un anteproyecto de ley, porque es proyecto cuando la Presidenta lo firma y envía al Congreso. Aún no sale de Economía para entregárselo a la Presidenta. Y luego entrará al Congreso vía Cámara de Diputados. Participan en la discusión y construcción del anteproyecto, el Ministerio de Economía, específicamente el área de pequeña empresa, los feriantes, en donde están la Confederación de Ferias Libres (ASOF C.G) y la Coordinadora de Ferias Libres. A su vez, se ha trabajado con la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM) y la Asociación de Municipalidades de Chile (Amuch), y con distintos ministerios que tienen que ver con el anteproyecto. Esta etapa está avanzada y está pendiente que nosotros los feriantes le demos la última mirada.
¿CUÁLES SON LOS APORTES MAS IMPORTANTES DE LA LEY?
Lo primero es que se va a eliminar la precariedad del permiso municipal, que tenemos actualmente y que nos permite trabajar en la calle o en un espacio municipal, a través de un Contrato de Administración que a su vez reemplazará el sistema de concesiones visto en el proyecto original, eliminando los temores infundados respecto a una licitación. Otro cambio es que el actual programa de modernización, que administra Sercotec, se transformará en un fondo permanente establecido en la Ley; además se crea un Consejo Nacional de Desarrollo de las Ferias Libres con réplicas regionales.
EN SENCILLO, ¿EN QUÉ CONSISTE EL CONTRATO DE ADMINISTRACIÓN?
En palabras simples, se está trabajando para autorizar a los municipios para que puedan firmar un contrato de administración con la feria, tanto las que están en la calle como en recintos municipales, que tendrá como plazo mínimo 20 años, que puede extenderse. El contrato tiene derechos y deberes. Entre los derechos, al ser un contrato de administración, fijará el número de puestos- con previa discusión y aprobación de la feria- partiendo de la base de la permanencia de todos los actuales feriantes. Desde ese punto de vista, quedamos más protegidos porque el contrato tiene un valor jurídico dado por la ley. El contrato va a tener una estructura general que se va adaptar a cada municipio. En la implementación de la ley, se establece una vacancia para las actuales ferias en que la gente tendrá 5 años para adaptarse y hacer efectiva la ley. Las ferias que se creen con posterioridad a su promulgación deberán aplicar de inmediato sus disposiciones.
¿QUÉ PASA DESPUES DE LOS 5 AÑOS PARA LAS ACTUALES FERIAS?
La ley será obligatoria. No se me ocurre que una feria no quiera la ley, en primer lugar porque se ha discutido con las organizaciones de los feriantes y, en segundo lugar, porque entre trabajar con un permiso precario de 6 meses y un contrato que tiene como mínimo un plazo de 20 años renovables la ventaja está a la vista.
¿QUÉ GARANTIAS ENTREGA ESTE CONTRATO DE ADMINISTRACIÓN?
Entre otros aspectos, que el municipio no puede aumentar arbitrariamente el número de feriantes, para ello tendrá que ponerse de acuerdo con la feria. También se estable el espacio entre feria y feria, que será de 1.000 metros para evitar que estén muy cerca. Ahora, esto corre para las ferias nuevas y no afectará las actuales en sus ubicaciones. Es importante decir que la ley contempla que las ferias actuales seguirán en sus posturas. Debe tenerse en cuenta que al tratarse de un contrato las partes conjuntamente pueden en el tiempo modificarlo ya sea para mejorarlo o para adaptarlo a nuevas situaciones. Este contrato debe facilitar el que los feriantes administren la feria sin que esto signifique una ausencia del municipio ya que este verá que el contrato se cumpla en cuanto a los deberes de los feriantes y porque es el municipio quien responde a la comunidad.
¿CÓMO AFECTA ENTONCES LA APLICACIÓN DE LA LEY A LAS ACTUALES FERIAS?
Con la ley, el contrato de administración se puede perder si los feriantes faltan a sus cumplimientos que hoy, en alguna medida, están en las ordenanzas municipales. La responsabilidad ya no será individual, sino colectiva, porque el contrato de administración lo firma toda la feria a través de sus dirigentes y será la feria en su conjunto la que se compromete a cumplirlo. Si los feriantes reiteradamente incurren en faltas al contrato y, esto se da en términos de comportamiento, el Municipio puede terminar el contrato. Esto traerá como consecuencia que los dirigentes deben empoderarse, porque hoy los dirigentes no tenemos la facultad de sancionar, por lo tanto es muy difícil ordenar la feria. Con la ley, la feria tendrá que organizarse -de tal manera- de que tenga sus propios elementos de disciplina y evite llegar a que la feria sea sancionada y, si hay alguien que no cumpla, habrá un proceso sancionatorio que pasará por la advertencia verbal, escrita, suspensión y, finalmente, la caducidad al no haber corrección por parte del feriante.
UNA DE LAS PREGUNTAS QUE HACE EL PÚBLICO QUE ACUDE A LA FERIA, ES QUÉ HACER CUANDO ALGUNOS FERIANTES DAN UN MAL TRATO A SUS CASEROS, CON LA LEY ¿CÓMO SE PODRA HACER UN RECLAMO?
Primero, deberían hacer un reclamo al dirigente y éste verá cómo corrige esta situación. Si no se corrige, obviamente la comunidad hará su queja al municipio y ahí entra el contrato de administración, porque si eso pasa en forma continua, se pone en peligro la feria. Lo que se busca es una disciplina colectiva que mejore la feria en su conjunto, porque la feria es un todo y no cada feriante por su lado.
LA LEY INCLUYE EL FONDO DE DESARROLLO DE LAS FERIAS LIBRES ¿QUE DIFERENCIAS HAY CON EL ACTUAL FONDO?
Otro de los aportes de la ley es la creación de un fondo integrado para el desarrollo de las ferias libres, que hoy es un programa, y que con la ley se transforma en un fondo permanente que pasa a ser una partida del presupuesto nacional. El fondo queda establecido por ley. Porque hoy, tal como está, hay que verlo todos los años, pero cuando ya es parte de una ley, se transforma en algo definitivo. Además, estos recursos-a diferencia de los que se entregan hoy vía Sercotec- irán mucho más allá y pondrán el acento en la mejoría de la feria a través de la capacitación, integrando temas de estudios e innovación y otras aristas que afectan al canal agropesquero y alimentario. Tendrán un eje que tratará la repercusión que tiene la feria en la salud de la población, en términos que somos el principal canal de productos frescos y, además, pondrá el acento en la creación de nuevas ferias, porque hay un déficit del país en su número, porque ellas no se desarrollaron y las ciudades han crecido sin que nosotros hayamos participado en la atención de las necesidades alimentarias de esta nueva población.
¿CUÁNTAS FERIAS SE CONTABILIZAN HOY?
Un poco más de 1.000. Pero son ferias que están hace 20 años y más, entonces sucede que el otro canal de alimentos, que son los supermercados, ha aumentado y crecido sin competencia cercana en los rubros que vendemos. Estamos pensando que dentro del plazo de este gobierno y, con la creación del fondo, se puedan crear a nivel nacional 200 ferias principalmente de alimentos, adecuadas a la necesidad de la población que atendemos. Estamos pensando en ferias que ocupen espacios habilitados especialmente, que sean amigables para la comunidad, que utilicen espacios multiusos que se puedan usar para otras actividades cuando no esté la feria.
OTRO DE LOS APORTES DE LA LEY ES LA CREACIÓN DEL CONSEJO NACIONAL DE DESARROLLO DE LAS FERIAS LIBRES, ¿EN QUE CONSISTE Y QUE FACULTADES TENDRA?
El Consejo Nacional de Desarrollo de las Ferias Libres estará integrado por los ministerios que tienen que ver con nuestra actividad, Economía que lo presidirá, Agricultura- se estima en 80 mil los campesinos relacionados con la feria- , Salud por la importancia de la alimentación sana, Hacienda, alguna Universidad, las centrales de abastecimiento, especialistas del sector, profesionales y obviamente feriantes. Este Consejo va a proponer políticas públicas que pueden ir más allá de la propia feria, como los temas de salud, medioambiental, entre otros. Y junto con ello, en alguna medida, administrará el fondo. Este Consejo apostará a políticas públicas integrales que nunca habían tenido las ferias. Su importancia reside que, con el Consejo y el fondo, las ferias pasan a ser una preocupación permanente del Estado. Es el canal el que toma otro nivel, porque se expresa una voluntad política por mantenerlo y hacerlo crecer.
¿QUÉ IMPORTANCIA TENDRÁ PARA EL PAÍS LA IMPLEMENTACIÓN DE LA LEY DE FERIAS LIBRES?
Las ferias libres somos el último eslabón del canal agropesquero alimentario, que parte de la agricultura, la pesca artesanal, que son el 60% de nuestras ventas, el 40% restante corresponde de a un variado mix de productos, es una actividad que permite sacar una gran producción de alimentos, somos el actor más importante en este consumo y tener el aval del Estado, es de mucha significancia para el país. Todos los especialistas dicen que la población está siendo afectada por sobrepeso y obesidad, a tal punto que los niños, que hoy día nacen, podrían vivir menos que sus padres. Y la obesidad tiene que ver con las dos mayores causas de muerte en Chile, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares a lo que habría que agregar la diabetes producto de lo mismo. Son enfermedades de alta masividad y, si el país no se hace cargo de esto, no va a ser desarrollado en términos de calidad de vida. La economía, además del crecimiento, debe poner acento en esto y aquí la alimentación saludable es de gran importancia.. Entonces, esta actividad cobra relevancia, a pesar de que en un principio nadie la evaluaba bien porque se veía como algo callejero y no se le daba trascendencia.
Las ferias libres son líderes en la venta de alimentos frescos y no se ve otra alternativa, porque si uno saca la cuenta que en la venta al detalle lo único que ha crecido son los supermercados, pero sucede que la obesidad y el sobrepeso han aumentado quiera decir que su aporte a la alimentación saludable ha sido escaso o nulo, y por otro lado, no han podido desplazar esta actividad. Este es el canal de la alimentación de los chilenos. Son muchas las externalidades positivas que tiene el canal y la feria en particular como es ser un lugar de encuentro de la población, atención personalizada, precios populares, ser cercanas identificación con el barrio pero también tiene externalidades negativas que la ley busca, justamente, a través de los contratos de administración superar. Desde este punto de vista la ley es tremendamente beneficiosa para la población que atendemos facilitando la instalación de nuevas ferias libres y si esto lo miramos a nivel país es indudable su trascendencia nacional.
¿COMO SERÁ EL FUTURO DE LAS FERIAS CON LA IMPLEMENTACION DE ESTA LEY?
La ley busca asegurar el futuro de las ferias. Vamos a necesitar un gran esfuerzo de capacitación. Desde el año 2009 a la fecha lo hemos estado haciendo, pero a pequeña escala. En este período tenemos que seguir con esta tarea, porque la ley es un cambio muy sustantivo, muy grande para nuestra gente, ya que hay una cultura muy individualista, poco asociativa desde el punto de vista de los negocios y sentir la feria como un todo, entendiendo que todo debe apuntar a mejorar la calidad de vida de los feriantes. Esto no es algo quijotesco y tiene que tener una expresión concreta. En todos estos años hemos ido preparando dirigentes y profesionales, que ya entienden que esto es un proceso que tiene que ser de mejoramiento continuo. Hemos realizado un largo, paciente y arduo trabajo preparatorio y está llegando el momento de transformar en realidad lo que imaginamos hace 17 años.
Entrevista y edición: Marta Péndola, Periodista.