La feria libre, popularmente llamada Baratillos de Llay Llay, está pasando por un momento difícil.
Una feria que nace hace dos años, que se ubica en calle Salvador González con La Torre instalándose todos los días sábados, que con sus 114 comerciantes provee una amplia variedad de artículos del hogar, bazar, paquetería, electrodomésticos, frutas, verduras, frutos del país, a precios muy convenientes para la comunidad. Desde hace un tiempo que el Municipio les ha empezado cobrar sus permisos o patentes en forma diaria, situación que afecta el ordenamiento de la feria generando un enorme desgaste a los feriantes. Cada sábado, los 114 comerciantes deben acudir al Municipio muy temprano, a las 5:30 de la mañana (antes de ubicarse en la feria) a solicitar el permiso que les permita funcionar ese día.
Esta forma, ciertamente, ha causado agotamiento entre los feriantes, no sólo porque pierden tiempo valioso para trabajar (tienen permiso hasta las 14 hrs), sino porque no se respetan posturas ya establecidas y acordadas por ellos mismos.
Certificado del Acta de Consejo Municipal.
Es así, que los comerciantes de la feria Baratillos organizados en la “Agrupación Viento Viento” de la comuna, solicitaron que el cobro de sus patentes fuese mensual, algo que se discutió en Consejo Municipal del día 28 de abril de 2016, determinándose- incluida la aprobación del Alcalde Mario Marillanca- la autorización del cobro mensual de los permisos. Sin embargo, en la práctica ello no se ha respetado, según consignan los feriantes.
El Presidente de la Agrupación Viento Viento, Elías Donoso, pide que el acuerdo del Consejo “se respete, porque la feria es muy importante para la comunidad por tanto su buen funcionamiento y orden. Acá transitan por lo bajo 1.500 personas los días sábados, somos un sitio de encuentro de los vecinos y una alternativa comercial evidente”.
En tanto, la Confederación de Ferias Libres (ASOF) sostuvo una reunión con el Alcalde Mario Marillanca y los dirigentes de la Agrupación Viento Viento, a fines de agosto, en donde expusieron la situación que aqueja a los feriantes de Llay Llay, instancia en la cual se acordó generar una nómina con los comerciantes respetando la antigüedad y posturas, las que han sido aprobadas por ellos mismos de acuerdo a un criterio comercial y de buen funcionamiento. Indican que el edil aceptó el acuerdo, sin embargo tampoco se ha respetado en la práctica.
Desde la Asof, su Vicepresidente Nacional, Froilán Flores, remarca que “esto es porque a veces los alcaldes no entienden que la feria no es una unidad social asistencial, sino que es comercial, por tanto el orden es fundamental y la estabilidad en sus lugares de trabajo”.
Enormes filas deben hacer los feriantes cada sábado para pedir patente diaria en Llay Llay.
